San Balompié

Quieeeto!

con la
velocidad
de la pelota
blanca y negra
expectante
ante los
sendos gritos
y el confeti
desde la
gradería

nosotros
somos los
soñadores
ellos son
los dioses
del olimpo
sobre el
césped fresco
y trajinado
del calzado
atachuelado

allí
se dibujan
geometrías
irrepetibles
pinceladas
emotivas
más que gol
más que la
vitrina
deportiva

como tal
una pasion
que ignora
las artillerías
en los balcanes
y el monte siónico

encuentro de titanes
que hacen palidecer
a los antiguos reptiles



aquí la casaca
constituye toda
la armadura nacional
nada de "lámina"
nada de la pólvora
cobra-vidas

la red se hincha
y se aceleran los mangos
en un salto de gritos
unánimes y fraternos
que nos redimen
de las divisiones
empezadas por
los próceres

goles imposibles
trazos de ensueño
que te sustraen
del rutinario
va y ven de
la calle y
sus chimeneas
metálicas

allí el drama
universal es
asimilado por
el esférico
hipnótico
al ser
conducido
por el yin yan
del area grande

pasión que
hace surgir
poetas de la nada
detrás de micrófonos
que colapsan ante
el grito de gol
pasion que aumenta
la sed de triunfo
y enloquece ante
la racha anotadora
de los craks

juego que no arrulla
sino que conmueve
y te transporta
desde densas
tranquilidades
a euforias
endorfínicas
en que los ojos
alimentan
el cuerpo
y los nervios
se sumergen
en espectativas
de gloria
igual que
en tiempos
épicos
cuando
gladiadores
hacían vibrar
imperios
con el golpe
certero
de su puño




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