Entro en un restaurante, viene alguien.
_ Buenas tardes
_ Buenas tardes- contesto. Miro y reflexiono.
Silencio. Miradas. Vuelvo a mirar.
_ Tenemos sopa de albondigas, espaguetis, filete de pollo.
_ Todo sin ensalada- respondo.
La atmósfera silba. Hay una mosca y una abeja. La abeja me parece más límpia y más peligrosa; trato de apartarla, se sacude, me apunta y trata de morderme, me arruina. Un mozo sale en mi ayuda y es absolutamente patético su intento. Frugal, torpe.
3 comentarios:
ahi está reflejada la parsimonia y poca destreza asi como el absoluto patetismo del colombiano promedio... al primer intento fracasa irremediablemente!
Este tipo de escritura puede llegar a se tan artística y minuciosa que desprende los gestos, sabores y colores del lugar. Nosotros no somos de esos colombianos, es mas pensemos que irremediablemente somos ciudadanos del mundo. Con mayor razón si se es fronterizo, alcanfor, o ipialeño.
Nicolas Nautfol
jajaja! si, la verdad somos los obligaditos que por azares históricos pertenecimos a este pais...cosmopolitanismo, la manera ecléctica de ser un mejor ser humano!
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