sábado, 9 de mayo de 2009

¿Hamburguesas?

Este no es el único colectivo en el que meto de vez en cuando mis narices virtuales, está también este desquicio argentino llamado semosmuchos, allí subo posts, mas bien divertidos y a veces hasta poéticos, de vez en cuando, pero la mayor parte del tiempo, paso a leer y a dejar chorradas en la cbox y en los comments, de los invitados, Perro Negro publicó esta joya que comparto con uds hoy aquí en los sketches:


En este país hay una especie de voyeurismo clase media sobre la droga y en el mundo literario una especie de reverencia. ¿Lo compartís?

No. Pienso que las drogas son importantes como medio de alterar el metabolismo y por lo tanto la realidad. Esto lo definiría como un patrón de barrido más o menos constante, como el de los microscopios. Las drogas reemplazan la percepción normal por un anhelo azaroso de imagen. Si no estuviesen prohibidas en América serían la perfecta adicción de la clase media: los adictos harían sus trabajos y luego volverían a sus casas a consumir las enormes dosis de imágenes que los están esperando en los medios masivos. A los yonquis les encanta mirar TV. Billy Holiday decía que sabía cuándo se estaba librando de su adicción, cuando comenzaba a dejar de gustarle la TV. Sino lo que hacen es sentarse a leer un diario, o una revista y ¡por Dios! ¡los leen enteros! En Nueva York un yonqui conseguía revistas, algunos caramelos, cigarrillos y después se sentaba en la pieza a leer indiscriminadamente: cada palabra.

¿Podés ampliar tu teoría del Junk (basura) como una imagen?

Solamente es una teoría y pienso que inadecuada; una cuchillada en la oscuridad. Nadie tiene idea de cómo un narcótico mata el dolor. Cómo lo veo, lo que ha sido dañado por el dolor es por supuesto la imagen y la morfina debe de alguna manera reemplazar esto.

Estuve expuesto a la heroína en Nueva York, los efectos eran placenteros, me hice adicto. La idea de que la adicción es una enfermedad psicológica es totalmente ridícula, es tan psicológica como la malaria, es un asunto de exposición. La gente en general va a tomar cualquier droga si la puede conseguir porque les da un efecto placentero. Después están todas las formas de adicción espiritual. Muchos policías de narcóticos son adictos al poder que ejercen sobre personas indefensas. Esta forma de poder, basura blanca la llamo, ellos tienen la razón, la razón, la razón, y si perdieran ese poder sufrirían un síndrome de abstinencia terrible. Todo lo que puede hacerse químicamente puede hacerse de otras maneras si tenemos conocimiento del proceso involucrado.

La droga es una especie de hamburguesa, una hamburguesa incandescente e imantada, muy bien, si, pero hay una diferencia, la droga está prohibida y la hamburguesa no.


De una entrevista a Burroughs en Saint Louis, 1982.

1 comentario:

Nicolas Nautfal dijo...

En cuanto a la adiccion, el problema no es la hamburguesa en si, sino mas bien los comportamientos que nos llevan a engullirla. Pertinente como siempre, el tema de la droga da mucha tela de donde cortar.

Excelente post, me encantó.

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