Nota: Volviendo a las viejas ideas del Blog retomo esto del libro de sueños, sería algo como una pesadilla o bien producto de la imaginación; preferible lo segundo a nadie le gusta ser asustado mientras duerme, aquí vamos.
I
El todo es que bañado en sudor
me desperte pensando que el fhürer tenía la razón
que son los soldados artistas los herederos
de la tierra. Luego se les dió mas el caracter
de soldados mas que de artistas
o bien artistas de una muy extraña lógica
empuñando las fuerzas del trueno
como en una página de Lovecraft
Aparecían en el parapeto nocturno
la forma de nórdicos ejemplares de la fuerza
en el caso de los decendientes de Cam
a estos se les confiaría el candor
de las actividades rítmicas,
el movimiento de caderas y
la efusión tropical.
Entonces las calles se atestan
de gente corriendo y señoras gritando
huyendo de los exclavos controlados
que asolan los burdeles y todo
lo que les parezca liviandad
o un exceso.
Incendio, ciudadanos llegados
de un desconocido lugar
como gente que luce igual
a los pobladores del sueño
Como en algún resquicio
de la semana 70
del profeta Daniel.
(el profe....)
II
Que se toma el primer amor
Aquel estimulo de que fuiste
Testigo –de cómo iba desmontando
Rotundo, estratégico, lleno
De especial carisma,
Los cuentos,
Mas bien enredadera
Como aquellos
Dueños de la perseverancia
Decididos
Como quien sabe luchar
Parejo en cualquier terreno
O te vuelves a construir
En el otro criticas
Tus costumbres
Mas enraizadas
Incluso hallas
Fuerte inspiración
El incentivo supone
Actos de creación
Manipulación de la nada
Y transformación del
Vacío en provisiones
Lógicas para el viaje.
No tanto el clima deseado
(Aunque la tentación aparece)
Como la disposición apropiada
Para adaptarte a cualquier situación
Sin irse a pique hacia la demencia
(La lista de dificultades
Parece inacabable, no importa)
Una que otra vez adviertes
La ágil, cruda y tiránica
Sombra de la culpa
-Deseo creer que no existe
Este remedo de infierno,
De libertad condicional
De anartha inextirpable-
Se impone
Con los pedantes aires
De menosprecio
A los juegos rituales,
En fin, a todo
Lo que va de viaje
En los desvencijados coches
De la religión.
En lugar de buscar
El ser ante todo
Encontrado, visto
Vivo
(¿de puro milagro?)
En que te sientes
Uno mas entre los
Agónicos fantasmas
Egoístas como un sol
Inciertos, baldíos
Pobres, rescatados
Bromistas, tanto como
Para no quedar diluidos
Entre los brutales gestos
De la austeridad
Sensual, encendida, lujuriosa
A los litorales provocadores
De esta civilización
Motivada aún en la soledad
Por tántricos Cupidos.
Extática en sus momentos
De afortunada química
Hallazgo que sublima
En pos de ese transfondo
Velado por la
Divina miseria
o Maya
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