lunes, 8 de marzo de 2010

Aftershocks



Diseñar una estrategia no implica necesariamente elaborar un plan de antemano. Salir de la ciudad que me dio albergue durante diez años parecía una cosa premeditada. Era necesario un cambio, ahora lo veo. También veo que el eslogan de una campaña presidencial podría ser: Vota por mí o púdrete en tu tedio.

Elaboramos los paisajes que nos desatan, comprendemos la tibia mezcla de lo aislado y próximo, aparecemos mezclados en medio de una ola de calor y frio. Permanecemos aislados en medio de tanta gente, los terremotos se suceden y como dijo el periodista la gente teme los aftershocks. Vislumbramos el pasado y lo añoramos. Se suceden cosas espantosas, los mosquitos muerden la pared. Es de esperarse que aparezca un inmenso vacio, que las novenas se recen todos los días, que alberguemos a dios en nuestro corazón. Recorríamos la ciudad en medio de la feria, nunca fuimos a ver los toros, ni siquiera desde la barrera. Las mujeres aparecían hermosas y escandalosas en medio de tanto infierno. Protestas de lo ocurrente. Vivimos aislados, en nosotros mismos, vivimos en nuestra propia feria. Recuerdo que cuando era niño vi una especie de fantasma junto a mi cama, sin decir nada iba aproximándose, su frio aliento en medio de la oscuridad, sentí deseos de tirarme hacia ello gritando, sentí deseos de holgar la cobija y darle abrigo….

1 comentario:

Unknown dijo...

hacemos nuestra propia feria...y eso de que las mujeres lucían hermosas, quizas demasiado,,, me recuerda la temporada de inicio del año alla en las tierras cafeteras, un abrazo a Bateman, un vitoreo por su prosa sugestiva y descarnada!

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